El sábado 1 de septiembre del 2018, aprovechando unos días en Andorra, decidí probar una vía ferrata con mi hija Ana. A ver como se comportaba en otros terrenos a parte del montañismo y del Camino de Santiago.
Mi intención era realizar una sencilla de las 3 o 4 vías ferratas que hay en el pueblo de Canillo.
Así que nos presentamos en una de las tiendas de alquiler de material del pueblo y alquilamos el casco, el arnés y el disipador.
Según tenia entendido la ferrata Canal de Mora es la más fácil de las que hay. Hay una difícil y aérea no apta para niños y una variante de la Canal de Mora que es POCO DIFÍCIL +. Es decir más difícil que la original pues, según nos comentó el señor de la tienda, los agarres entre grapas están más alejados y para los niños puede ser complicado.
Aunque al final todo es cuestión de cabeza. Si le entrase el pánico habría que retroceder como se pudiera.
Es por eso que yo iba con miedo a no meter a mi hija en alguna vía difícil y que yo no fuera capaz de sacarla.
Así que nos dirigimos al comienzo de la vía. Está a 1km y medio caminando desde Canillo. Por la carretera hacia el Coll d'Ordino.
Junto a la alambrada de protección contra desprendimiento comenzamos la ascensión.
Los primeros tramos son fáciles y nos permitieron no tirar del cable y simular que escalábamos; agarrándonos a las piedras.
Ganamos metros y nos adentramos en el curso del río; por la canal que este forma en la roca.
Llegado a este punto nos encontramos con un cartel en la pared izquierda de la canal que indicaba CANAL DEL GOS (DIFÍCIL); lo cual me descolocó bastante. Pues yo entendí que la vía fácil era la de la izquierda.
En la pared de la derecha marcaba POCO DIFÍCIL +. Así que no lo dudé demasiado. A pesar que el de la tienda nos indicó que la fácil era para la izquierda, tomamos la que en el cartel marcaba POCO DIFÍCIL +. La de la derecha.
En su primer agarre ya tuve que ayudar a mi hija, pues a duras penas llegaba yo, mucho menos ella con su metro cuarenta y cinco.
Realmente aún no se como pudo agarrarse y subir haciendo casi una dominada para poner el pie en la primera grapa.
Es atlética y elástica, así que con eso pudo. A mí, a pesar de ser más alto y fuerte me costó horrores ganar la primera grapa. El peso de más se nota y los años también.
A partir de aquí la vía ferrata se complica bastante. Los agarres están lejos y tuvimos que tirar del cable bastante.
En uno de los descansos pude ver abajo, en la canal donde se bifurcaban las dos vías ferratas, que unos metros más adelante siguiendo el curso del agua seguía la vía ferrata Canal de la Mora. Esa era la vía original. La que nos dijeron que por la izquierda era la fácil.
Es decir, tendría que haber seguido unos metros más y la habría visto. En vez de eso, nos tiramos para la derecha y escogimos la variante Canal de Mora 2. Es más difícil que la original porque te hace subir por un espolón rocoso en lugar de seguir el curso del río.
Ya no había vuelta atrás, no volvería a pasar por ese tramo tan complicado y menos con la niña.
Así que seguimos hacia arriba, no había otra.
Hay que decir que esta variante es mucho más espectacular que la original. Pues tiene unas vistas magníficas de Canillo. Es muy aérea.
Hubo otro tramo tremendo que tuvimos que salvar con un esfuerzo de brazos titánico. Sobre todo si pensamos que iba con una niña de diez años.
Para entrar de nuevo en la canal pasamos un tramos horizontal donde no hay agarre rocoso arriba, ni salientes abajo; con lo que hay que superar los cinco o seis metros a pulso. Tirando de brazos y del cable de vida. A la vez que desenganchas un mosquetón para superar una sección.
Vamos, un prodigio que la niña lo salvase sin quedarse colgando como un chorizo.
Después de este tramo complicado entramos de nuevo en la canal en lo que sería la unión de la variante que tomamos con la vía ferrata original que no tomamos.
Se ha de salvar una roca bastante alta, balanceándonos para llegar al agarre superior y subirnos arriba.
Y en el último tramo nos queda otra dificultad para terminar. Teníamos que pasar de las grapas en la pared derecha a la izquierda mientras nos aseguramos y llegamos al final de la vía.
En general, para un adulto es una vía ferrata que yo la catalogaría de nivel moderado tirando a difícil. Siempre en función de la altura. Por lo comentado anteriormente.
Aunque con niños se puedo hacer, no la recomiendo si el niño no es de estatura superior al metro cuarenta y está atlético. Sino será un sufrimiento todo el rato.
La bajada se hace por un corriol que hay hacia la derecha. Es un camino pedregoso e incómodo pero nos deja en 30 mins en la carretera desde donde salimos.
Tiempo total, aproximadamente 1h 45mins entre subir y bajar.
